Lloré por 12 USD (y me cambió la vida)

microstock plantillas de after effects stock footage Oct 17, 2025

¿Alguna vez lloraste frente a la compu… pero no de frustración, sino de alivio?

Yo sí. Pero no fue después de renunciar a un trabajo. Fue después de hacer clic en “comprar”.

Y no me compré nada caro… fue una simple plantilla de After effects de 22 usd.
Hoy te voy a contar cómo una compra a las 3 de la mañana me abrió la puerta a otra forma de vivir de lo que amo. Y cómo vos también podés empezar ese camino. A tu ritmo. Sin dejar todo de golpe. Pero si dejando de postergarte.

Eran las 3 de la mañana. Estaba frente al monitor, quemada, saturada. Anestesiada. Haciendo el cambio número 13 del día que me había pedido el cliente de turno.

Esa noche no buscaba una solución… solo apurar ese ‘último ajustecito’. Apagar la compu e irme a dormir.
Buscando ideas, vi una plantilla que me ayudaba justo con lo que estaba haciendo y me ahorraba un par de horas frente a la compu.
Asi que la compré… y ahi pensé algo que me atraveso: ‘El que hizo esto está recibiendo mi plata ahora, a las 3am… ¿tal vez mientras duerme?’.
Y ahí me cayó la ficha: ¿y si yo pudiera hacer esto también?

En ese momento yo trabajaba todo el día para otros. Casi no tenía tiempo ni cabeza para crear algo mío, algo propio. Mi creatividad se consumía cumpliendo pedidos, muchas veces sin sentido. Revisiones eternas, pedidos absurdos, “hacelo más grande, mas chico, cambiale el color…” sin ellos mismos saber qué querían. Era resolver urgencias ajenas con energía que ya no tenía.
Empezaba el día con ansiedad y lo terminaba agotada.

Sabía que tenía talento y ganas, pero no lo estaba usando para mí. Y sentía que se me estaba esfumando, de a poco y silenciosamente. Y eso dolía más que el cansancio físico. Ya ni pensaba en disfrutar lo que hacía. Solo quería terminar los trabajos, enviar la factura y que me paguen.

Y muchas veces ni siquiera me pagaban a tiempo.

Lo hacia todo con la esperanza de que próximo trabajo, el próximo cliente o el próximo proyecto traería mejores pagos, mas contactos o “la pegaría”…

La pegaría donde? Siempre seria la misma rueda sin fin. La ilusión de agarrar “ese” trabajo que traería “ese” otro trabajo que me llevaría a “ese” otro…
Postergaba proyectos propios, ideas, experimentos, formaciones, todo. Porque siendo freelance que vive al día no tenia margen. Y si cancelás un cliente, perdés el ingreso. Y si lo aceptás, perdés vida.

Me acuerdo que pensaba: “No sé cuánto más voy a poder sostener esto”. Mi semana era una carrera. Mi mes, una incertidumbre total. Y lo peor: me estaba acostumbrando.

Esa noche no cambié mi vida. No renuncié. Pero algo en mí hizo clic. Algo se despertó.  La idea de poder cobrar dinero mientras dormía a las 3 am paradojamente no me dejo dormir.
Termine los ajustecitos malditos y me puse manos a la obra.
Investigue un poco en envato que cosas había publicadas. Justo ese fin de semana viajaba a la costa con mi novio. Asi que prepare la cámara, unos marquitos de fotos blancos que tenía y allá fuimos.
Filmé esos marquitos en la arena con el mar de fondo. Luego eso lo trackié y preparé los marcos para que el comprador pueda reemplazar por sus propias fotos y también poner algo de texto.
Para la estructura me base un poco en la que había comprado aquella noche del clik mágico. Y listo!
Esa semana subí mi primer plantilla. Llena de miedo! Si, lo pueden creer? Tenia miedo. Miedo que se dieran cuenta que no tenía idea lo que estaba haciendo, que me sacaran carpiendo de ahí, de exponerme como lo que era en ese momento. Alguien que no tenía mucha idea lo que estaba haciendo en ese mundo.
Pero la subí igual. Sin expectativas. Solo a envato, porque tampoco sabía que existían otros marketplaces… todavía.
Lo que siguió después fue una obsesión por chequear a cada hora las ventas… pero nada. Refrescaba la página cada 20 minutos y no había ventas, peeeero tampoco me la habían rechazado, ni me había llegado un mail diciéndome que saliera de ahí corriendo. Asi que pensé que algo había hecho bien.
Pasaron los días… y nada.
Al tiempo me olvidé del tema.
Hasta que, unos días después, una mañana me siento en la compu…y ahí estaba. Un mail avisándome de mi primera venta.

Ahí sí lloré.
Lloré porque por primera vez sentí que había otra forma de verdad. Que quizás no necesitaba depender 100% de clientes. Que podía empezar a construir algo mío.
Aunque fuera de a poquito. Aunque fuera en paralelo.

Esa venta de 12 sólares no me cambió la vida. Pero me cambió la cabeza. Porque validó algo que necesitaba sentir: que lo que yo sabía hacer… también valía. Y que podía ponerlo a trabajar para mí.

Y eso fue lo que más me impactó. No era la plata. No eran esos 12 dólares. Era la posibilidad.
Era darme cuenta de que podía empezar a ganar en dólares.
Que podía crear una fuente de ingresos sin estar atada a horarios o revisiones eternas.
Que quizás, si seguía en ese camino… iba a poder tomarme vacaciones sin culpa, realmente descansar cuando estuviera enferma, yo o mi familia, decidir con qué clientes trabajar, dejar de correr atrás del próximo encargo, y volver a disfrutar de mi creatividad.

Era recuperar el control de mi tiempo. De mi energía. De mi rumbo.

Si estás viendo este video y sentís que estás en esa misma noche a las 3AM…
Te entiendo.
Yo también estuve ahí. Cuestionandome “¿Es esto lo que quiero hacer toda mi vida?”

Por eso quiero dejarte tres cosas que me habría encantado saber en ese momento:

Uno: no hace falta ser experto para empezar. Ni inventar la pólvora.
Podés arrancar con proyectos viejos, cosas simples, bien resueltas. Que puedas modificar lo suficiente, estructurar correctamente y dejarlas listas para que empiecen a vender. Lo importante es empezar. Lo demás lo aprendés haciendo.
Dos: no pienses en “vender mucho”. Pensá en validar. Una sola venta puede cambiar tu forma de pensar. Tu perspectiva y a fin de cuentas, te puede cambiar la vida.
Y tres: no dejes que la exigencia de los clientes te coma la energía que podrías usar para crear algo tuyo.
Aunque sea un ratito por semana, invertí en vos.
Porque lo que hacés tiene valor.
Y sí, hay otra forma.
Si querés dar ese primer paso y no sabés bien por dónde empezar, preparé una guía gratuita. Es concreta, va al grano, y te muestra cómo arrancar sin estar a ciegas. Te dejo el link en la descripción.
Y si te gustaría profundizar, tengo un curso completo con el paso a paso desde crear tu primer plantilla a tenerla vendiendo en todos los marketplaces globales. Sin perder el tiempo investigando por tu cuenta, probando lo que funciona y lo que no, sin quedarte trabada en lo técnico. El atajo completo  que me hubiese gustado tener a mi para empezar ya sin perder el rumbo.

Empecé con una venta. Pero lo que realmente empezó fue otra forma de vivir de lo que amo. Y si estás ahí, con ganas de intentarlo, yo te acompaño. Aca en wipit. Subo todas las semanas posteos en el blog y videos en el canal de youtube con tutoriales e información sobre este mundo. Suscribite asi no te perdés de nada.

Si queres saber como empezar a crear plantillas de after effects sin morir en el intento, te comparto el curso completo ACA.


Nos vemos la próxima,

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