Freelance vs. Microstock

microstock plantillas de after effects Aug 29, 2025

Durante muchos años trabajé como freelance.

Clientes, briefs, entregas, tandas de correcciones infinitas, mails, más correcciones, fines de semana trabajando, y de vuelta a empezar todo otra vez.

Y no lo odiaba (tanto). Pero me pasaba algo: sentía que por más que mejorara como editora o animadora, o consiguiera mejores o más clientes… mi tiempo seguía valiendo lo mismo.

Y además es limitado: hay una cierta cantidad de horas al dia que puedo trabajar (y ahora que soy mamá son cada vez menos) y una cierta cantidad de clientes que puedo agarrar en simultaneo.

Hasta que descubrí el microstock. Y ahí me di cuenta de algo que me cambió la cabeza:

No necesitaba más clientes.

Necesitaba productos.

En esta nota te voy a contar las diferencias reales entre trabajar como freelance o crear productos digitales para vender en marketplaces.

No para decirte qué está bien o mal… sino para que vos también puedas elegir desde otro lugar.

 

Empecemos por lo más básico: el modelo de ingreso.

Cuando sos freelance, ganás por proyecto o por hora. Hacés algo, lo entregás, cobrás. Y ahí se termina. Y si no trabajás, no cobrás.

En el microstock, en cambio, creás una vez… y vendés muchas. Podés hacer una plantilla hoy, y seguir generando ingresos con esta misma dentro de un mes, de un año, o más si es que ese producto sigue teniendo vigencia.

Eso se llama ingreso residual. Porque el “efecto” de las horas invertidas no se cobra una sola vez como en el modelo freelance, sino que sigue generando ingresos en el tiempo, es decir que tiene un efecto residual. Y es lo que te permite ganar plata mientras hacés otra cosa, estás con tu familia, te vas de vacaciones o, porque no, también seguís teniendo tus clientes freelance.

 

Otra diferencia importante: el cliente.
Cuando trabajás freelance, hay alguien que te dice qué hacer. Tenés que interpretar un brief, responder correos, recibir feedback y justificar decisiones. Además, tenés que salir a buscar esos clientes.

En el microstock, el producto es tuyo. Vos decidís qué hacer, cómo y cuándo. No hay correcciones (o casi). Y lo mejor: no dependés del capricho de un cliente.

 

Después está el ritmo. 

Como freelance, el ritmo lo marca el otro. Plazos ajustados, cambios de último momento, urgencias que no son tuyas… y … que pasa cuando tenés un contratiempo? Un hijo enfermo que requiere que estés presente. Un viaje ya contratado justo cuando aparece el cliente ideal…

En microstock, el ritmo lo marcás vos.
Podés crear cuando querés, subir cuando podés, y organizarte en función de tu energía o tu agenda real. Es un modelo que de alguna forma te libera la agenda… y la creatividad! Porque saber que todos los 15 del mes, ingresa el dinero de los marketplaces, te da otra libertad a la hora de elegir clientes y proyectos.

 

Eso sí: no todo es perfecto.

En freelance, cobrás rápido. Hacés un proyecto, entregás, y si está todo bien, el ingreso llega con seguridad. Es parte del contrato de trabajo. En el microstock, al principio… cobrás poco. El ingreso crece lento, y puede que tardes semanas o meses en ver resultados. Además nunca sabés hasta que lo publicás, si ese proyecto va a generar ingresos o no. Es una apuesta en cierta forma. Pero una vez que arranca la rueda, que tu catalogo crece, todo esto se acumula, y empieza a dar ingresos constantes. Y eso no pasa con el freelance.

 

¿Significa que el microstock es mejor que el freelance? No.

Significa que son modelos distintos y que pueden perfectamente ser complementarios.

El freelance puede darte experiencia, conexión, ingresos inmediatos. Pero si querés libertad, estabilidad a largo plazo, y trabajar en función de tu propia creatividad… el microstock es un camino que tenés que explorar. Es más, yo no dejé de tener clientes.

Pero lo que si me dio el microstock es la posibilidad de elegir con qué clientes y proyectos quiero trabajar. En lugar de agarrar cualquier cosa con tal de generar ingresos, puedo elegir con que proyectos o clientes me conecto auténticamente y con ganas, puesto que la parte financiera está cubierta por lo que me genera el microstock.

 

A mí me cambió la vida. Y por eso armé WIPIT: para ayudarte a vos a dar ese paso. Para que no tengas que hacerlo en modo solitario, como lo hice yo.  Para que entiendas el modelo, aprendas a vender lo que sabés hacer, y empieces a generar ingresos sin brief, sin correcciones, y sin quemarte.

Y si querés un empujón extra para empezar bien, anotate al curso completo ACA.


Nos vemos la próxima,

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